miércoles, 27 de mayo de 2009

La Ética Jurídica (crítica actual)

Para entender este pequeño escrito es necesario una precisa definición de lo que es la ética, para esto investigue en internet y encontré esta definición que me parece adecuada para entender lo que a reglones siguientes escribiré. La ética es una parte o rama de la filosofía, su campo es la investigación de la moral y es un fenómeno social que rige la vida del hombre, entones, viéndolo desde el enfoque jurista podemos darnos cuenta que un abogado comete actos y omisiones, no muchas veces morales, y que estos actos le rigen la vida.

Actualmente nos damos cuenta por las noticias, internet y otros medios que la actuación de los jueces no es exactamente como lo que escribió Aristóteles mucho tiempo atrás, es decir, que los jueces estaban encargados de administrar justicia, esa facultad de dar a quien lo que le pertenece, su derecho, el ius. Esto ha cambiado, gracias a que algunas personas que ejerciendo deficientemente su profesión, siendo susceptibles a lucrar de otra manera -por no llamarlo coima- ha generado que la imagen de los magistrados sea la peor. Debo dejar en claro, que no todos los magistrados son como los etiquetan, claro que existen honrosas excepciones que no me atrevo a mencionar por no querer olvidarme de alguno o por no saber de ellos, pero la verdad es que como dicen, justos pagan por pecadores.

Entonces, ¿donde nace esta actuación nada ética de los abogados y magistrados? Esta pregunta tiene una respuesta trascendental, que trata básicamente de los principios y valores que tiene cada persona, es decir esa virtud que es el hábito del alma de hacer el bien. Esta debe estar plasmada en cada acto que se realiza o se omita, y más aun cuando esta acción u omisión trascienda a otras personas. En los abogados hablamos del acto de tratar de llegar a la justicia, de saber que su función es ayudar a las personas a que reciban lo que les corresponde, es decir, lo que se merecen. Esto, como todo acto, debe estar acorde a ley, de lo cual debemos agradecer al derecho positivo, por darnos las directrices para llegar al valor máximo que es la justicia, pero sin menospreciar al derecho natural que es la fuente de este ensayo.

Entonces convirtiendo este pequeño ensayo en una crítica cabe decir de que si las juristas -exactamente los magistrados- deciden pensar como la diosa de la justica, con los ojos vendados sin querer favorecer a nadie, todo será distinto, y la imagen que alguna vez tuvieron los tribunales arequipeños volverán, esos tiempos donde a cada quien se le daba lo que merece, lo que un titulo jurídico u otro se lo atribuía.
Para finalizar solo mencionar que la ética jurídica es algo que se ha perdido en estos tiempos de globalización y que depende de cada persona -no solo de los magistrados o abogados- de querer ser diferentes para el lograr el deseado desarrollo sostenible del que tanto se habla y todos anhelamos.

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